-Mamá, ¿Qué es fumar?- Así, a bocajarro, me soltó la preguntita. Mi niño mayor está de vacaciones desde hace unos días. Estamos pasando las mañanas juntos mientras la pequeña está en la guardería y el padre de las criaturas está trabajando. El otro día, juntos, hicimos compras, cocinamos, paseamos y como nos quedaba tiempo antes de recoger a la hermana, nos sentamos en una terraza a tomar un zumito él y una cervecita fresca yo. Entonces, junto a la acera paró un coche que tenía la ventanilla bajada. Su conductor estaba fumando y nos llegaba el olor a tabaco quemado. El niño, mirando fijamente al señor, me preguntó: «Mamá, ¿qué es fumar?»
Pensé que debía aprovechar esa pregunta para satisfacer su curiosidad y darle una respuesta que de verdad le fuera útil. Quizá una respuesta sobre la que pudiera formar una opinión respecto al tema del tabaco. Pensé esto en tiempo record con el cerebro a mil cual peonza girando. Improvisé una respuesta que intenté adaptar a sus 3 años y 10 meses.
Si hubiera tenido tiempo para prepararme, éstas son las cuestiones que habría tenido en cuenta.
¡Vamos a ello! Si te parece útil, por favor, comparte en redes.
Mamá, ¿qué es fumar?
Desgranemos las cuestiones a tener en cuenta para responder a esta pregunta que un buen día pueden hacernos nuestros hijos.
Mamá, ¿qué es fumar? Los niños de los años 80 y 90 nunca hicimos esa pregunta.
Al darle unas vueltas al tema del tabaco no puedo evitar pensar en cuando éramos niños en unos tiempos en que la sociedad no contemplaba la idea de que fumar pudiera ser perjudicial. En muchas casas, los niños entendíamos que fumar era una actividad más que hacían los adultos, como comer, dormir, ducharse…
Hasta el cambio de milenio, los niños fuimos fumadores pasivos en nuestras propias casas, en los colegios, en las tiendas, en los bares y hasta en la consulta del médico. Se fumaba en todas partes, sin tener en cuenta lo perjudicial que podía ser para la salud del fumador ni para los no fumadores que respiraban el humo, incluidos niños de todas las edades.
Cada vez se fue invirtiendo más en la investigación de las causas de ciertas enfermedades. Conforme los estudios científicos y médicos fueron poniendo en relación estas enfermedades (con frecuencia letales) y el tabaco, fuimos tomando conciencia de la gravedad del asunto. Empezó a legislarse el consumo y la venta de tabaco.
Fumar es malo.
Según la OMS, cada año mueren 8 millones de persona a causa del tabaco. De ellas, alrededor del 1,2 millones de estas muertes se deben a la exposición de no fumadores al humo ajeno. (Aquí, más información de la OMS)
Además produce enfermedades de distinta índole desde enfermedades respiratorias a distintos tipos de cáncer.
La respuesta que se desprende de estos datos es que fumar es horrible (algo que todos sabemos). Y el mensaje que transmitimos a nuestros hijos, precisamente es este, fumar es malo.
Pero, ¿qué perciben ellos en el día a día?
Qué perciben los niños en el día a día
Aunque en los últimos años se han instaurado normas más restrictivas para el consumo del tabaco, el tabaquismo es algo presente en la sociedad que está muy arraigado y naturalizado.
Muchos niños cuyos progenitores fuman son conocedores de este hábito de sus padres y otros adultos de su alrededor. Otros, simplemente, ven personas fumando por la calle con naturalidad. Durante estos tiempos de pandemia, se han dejado ver personas fumando, sin mascarilla mientras caminaban por la calle cruzándose sin distancia de seguridad con adultos y niños.
Todo esto hace que los pequeños tengan una percepción determinada sobre la acción de fumar. El mensaje que les transmitimos es de auténtica normalidad frente al tema.
Mamá, ¿qué es fumar? Los niños del presente merecen respuestas coherentes.
Ante el tabaquismo, el mensaje verbal que transmitimos a nuestros hijos cuando surge el tema, es que fumar es malísimo. Pero al mismo tiempo, cada día presencian con naturalidad cómo fumar es una actividad que está generalizada.
Afortunadamente, los niños de hoy ya no crecen respirando un humo que les hace ser fumadores pasivos. La ley actual no permite que se fume en espacios públicos ni en interiores de establecimientos privados. Desde que se estableció el uso de mascarillas debido a la pandemia de la Covid19 tampoco se puede en terrazas de bares ni por la calle si no podemos guardar una distancia de seguridad mínima. Por desgracia, esto último no se está cumpliendo como es debido.
Por otro lado, en sus casas, los niños no están expuestos al humo producido por sus familiares fumadores, ya que tenemos una información completa acerca de los peligros que supone convertirlos en fumadores pasivos.
En el tema del tabaco, hemos mejorado como sociedad. Los niños ahora tienen una mejor calidad de vida que los niños de los años 80. Pero quedan cosas por hacer.
Ante el tabaquismo, el mensaje verbal que transmitimos a nuestros hijos cuando el tema pueda surgir, es que fumar es malísimo. Pero al mismo tiempo, cada día presencian con naturalidad cómo fumar es una actividad que está generalizada.
Reciben un inevitable mensaje contradictorio y por ello, habría que darles respuestas para que puedan entender esta dualidad en el mensaje. Si además nos hacen la pregunta aprovechemos la ocasión para tratar de transmitirles, primero, que el tabaco es muy perjudicial y segundo, explicarles por qué hay personas que eligen seguir fumando a pesar del daño que puede causarles.
Si pueden formarse una idea completa con respuestas acordes a su edad, quizá podamos ayudarles a prevenir una adicción futura.
Y, ¿qué información vamos a explicarles a los niños?
Hay muchísima información en internet acerca de los efectos nocivos del tabaco, podemos empezar por centrarnos en lo más básico. Esta es una idea, con solo 3 puntos. Está muy simplificada pero puede ayudarnos a articular una explicación sencilla adaptada a la edad del niño con el que vayamos a comunicarnos.
El tabaco produce enfermedades
En la combustión de un cigarrillo hay presentes más de 4000 sustancias de las que sólo la nicotina es una droga psicoactiva muy adictiva. Otras sustancias que acompañan a la nicotina producen enfermedades respiratorias, cardiovasculares y están relacionadas directamente con el desarrollo de muchos tipos de cáncer. Para comunicar esta idea a los pequeños, podemos centrarnos en los efectos a corto plazo y contarles que las personas que fuman se ponen enfermos, tienen muchos mocos y no pueden respirar bien cuando corren o hacen ejercicio. En resumen, el mensaje sería «fumar es malo».
Por otro lado para que encajen las piezas tendremos que explicarles por qué los fumadores mantienen un hábito que es perjudicial para su propia salud.
La nicotina produce una gran adicción
Para entender el papel de la nicotina, presentaremos a los personajes de la película y el lugar donde transcurre la acción.
- La acetilcolina es un neurotransmisor que (entre otras funciones) desencadena la producción de dopamina.
- La dopamina es una molécula que producimos y que actúa sobre el área del cerebro que controla el placer.
- Esta área es el Centro de Recompensa. Además, la dopamina, en el Centro de Recompensa hace que repitamos acciones que nos hacen sentir bien. La dopamina actúa sobre el Centro de Recompensa después de tener relaciones sexuales o tras haber comido, por ejemplo.
- La nicotina es un análogo de la acetilcolina, con lo que tiene capacidad de aumentar los niveles de dopamina, que a su vez, actuarán sobre el Centro de Recompensa del cerebro.
La nicotina que proviene del cigarrillo en combustión suplanta a nuestra acetilcolina para producir dopamina. La dopamina actúa en el Centro de Recompensa. De este modo la nicotina nos hará repetir el acto de fumar porque el mensaje que recibe el cerebro es que nos hace sentirnos bien.
Con toda esta información, ¿Por qué hay quien sigue fumando?
Muchos fumadores se iniciaron en esta adicción cuando no disponíamos de tanta información sobre las consecuencias que acarrea este hábito. A día de hoy todo el mundo sabe que empezar a fumar es peligrosísimo.
Quien fuma, lo hace manejando una información completa acerca de los efectos nefastos que fumar tiene sobre su salud.
La respuesta a la pregunta de por qué hay quien sigue fumando es sencilla. El tabaco es tremendamente adictivo. La OMS describe el tabaquismo como una epidemia.
Planteemos a nuestros hijos que es tremendamente difícil dejar de fumar, y por ello hay muchas personas que no pueden parar de hacerlo o necesitan ayuda para ello.
En este artículo podemos encontrar información detallada sobre la acción de la nicotina en el cerebro.
Resumiendo…
Hemos repasado por qué nuestros hijos ven con naturalidad el consumo de tabaco. Este hecho les produce curiosidad y por eso nos hacen preguntas. Hemos hecho una propuesta de cómo simplificar la idea para darles una explicación sencilla acorde a su edad. La vía de comunicación será la que nos permita conectar más con el niño o la niña a quien vaya dirigida (historieta, cuento, dibujo…). Estoy preparando un cuento que publicaré en unos días. Con una versión improvisada conseguí llamar la atención de mi chico…espero que os dé alguna idea.
Te espero en comentarios o en las redes. Y, ya sabes…si te has acordado de alguien al leer el post…¡compártelo!
Teresa,nos ha encantado el cuento de la villana Nicotina.Mu sobrina de 6 años me ha dicho:¡Que interesante,tita!.Me ha gustado mucho.
¡Me alegro mucho de que os haya gustado! Sobre todo me alegra que a tu sobrina de 6 años le haya parecido bien. Un beso a todos.
Hola! Soy el padre de la criatura y no puedo estar más de acuerdo con el tema de fumar. Estoy deseando leer el cuento. Ánimo con el blog!!
Hola!! Yo también soy mamá a los 40 de una niño y una niña de 5 y 3 años. Quería decirte que me gusta mucho tu blog, nos ofreces una información muy interesante y contrastada de diversos temas. Enhorabuena!!
¡Hola Ro! Me alegro de que te guste el blog. Como quien dice está naciendo todavía.Espero que entre todos podamos construir algo bueno. Gracias por comentar. Te quiero.