Hacer nuevos amigos siendo padres

Hacer nuevos amigos siendo padres no siempre es tarea fácil. En los tiempos que corren es una suerte criar en tribu y relacionarnos con padres y madres que están en la misma situación que nosotros. La rutina se hace más entretenida en compañía. Pero, si además estamos de acuerdo a la hora de organizar actividades como fiestas, picnics, barbacoas, excursiones…, podremos romper la rutina de vez en cuando. Esto nos hace la vida más divertida y nos da la oportunidad de relacionarnos entre todos de distintas maneras.

Aunque ser criado en una tribu es beneficioso para los hijos, en este post daremos una vuelta a cómo hacer nuevos amigos siendo padres. Una vez que ya hemos hablado de qué es criar en tribu, ¿cómo nos relacionamos los padres dentro de ella? ¿Cómo hacer nuevos amigos siendo padres?

Y…Ya sabes, si te acuerdas de alguien leyendo el post, ¡compártelo!

Hacer amigos siendo padres

Cuando nacen los hijos empieza a dificultarse la vida social y más si en tu entorno hay más padres y madres recientes. La falta de sueño, aprender a optimizar los tiempos, las nuevas tareas domésticas que genera un recién nacido… Un confinamiento por aquí…un coronavirus por allá…en fin, que se hace tarea imposible conservar las relaciones sociales al principio. Pero…los hijos van creciendo, y aunque se acabó para siempre cenar con amigos entresemana, llega el día en que salir al parque con las fierecillas es una vía de escape para los padres y madres.

En este artículo de El País, se pone de manifiesto la relación entre las amistades después de los cumplir los 30 y distintas situaciones que favorecen la amistad como es ser padres. Tal como recoge el artículo a través del testimonio de la psicóloga Cristina Vidal, las amistades adultas surgen entorno a contextos de afinidad parecidos.

La rutina de parque favorece conversaciones

Al cabo de tardes y tardes de parque se acaba conociendo a los asiduos. Cuando los niños tienen la rutina de ir al parque, el espacio les resulta familiar y también las personas que van siempre, les resulta fácil crear lazos y relaciones sociales entre ellos, pero, ¿qué nos pasa a los adultos?

Hay quien es más sociable y establece vínculos de amistad rápidamente y hay quien cocina las relaciones a fuego lento.

En este caldillo de cultivo rutinario, es inevitable acabar charlando con otros padres y madres(un día sobre la merienda, otro día sobre algún juguete, sobre lo brutillos que son algunos…cuánto duermen…cómo comen….)Temas que ¡por suerte! sólo dan para una sola conversación. Por suerte también, cuando hay sintonía empezamos a hablar de temas más personales y ¡oh, sorpresa!: Los padres y madres son personas con vida propia, con inquietudes personales como las tuyas y que a veces, como a ti, les resulta pesado vivir en un mundo infantil durante toooodo el tiempo que no están trabajando.

El telón de fondo siempre es nuestra vida familiar pero vamos teniendo una relación cada vez más personal. Hay quien es más sociable y establece vínculos de amistad rápidamente y hay quien cocina las relaciones a fuego lento.

Elegir la diversidad

Nos vamos conociendo, compartimos experiencias y deseos y nos damos cuenta de que a pesar de lo diferentes que somos en edad, carácter, aficiones…, nos entendemos y estamos bien en compañía.

Si tienes hijos pequeños da igual si eres mayor o joven, de igual forma te ponen las pilas y te mantienen activa, pero la diversidad siempre dota al grupo de un ambiente mejor. Un ambiente mejor para criar a los hijos y también para relacionarse con los adultos, entre los que puedas llegar a hacer amigos nuevos.

Frescura, emoción, aplomo, coherencia, humor… cada uno, con sus puntos fuertes, contribuye con generosidad y solidaridad, a hacer diverso un grupo donde es emocionante descubrir a las personas nuevas que han llegado a tu vida. Éste es un punto de vista adulto. Nuestros hijos son pequeños, pero para cuando vayan adquiriendo capacidades, verán con normalidad sentirse parte de un grupo diverso donde todos aportan.

Respeto mutuo. La línea roja.

Es necesario confiar en las personas con las que tratas a diario. Es una suerte poder contar con personas a tu alrededor con una escala de valores que coincida con la propia de cada uno. Al menos en su base, donde está muy clara la línea roja que no rebasaremos. Digamos, que el nivel de respeto mínimo aceptable que transmitimos a nuestros hijos, está a la misma altura. Les enseñamos que no rebasarán la línea para con los demás y que deben alejarse de las personas que no les muestren respeto.

En definitiva… ¿cómo hacer amigos siendo padres?

Después de haber pasado un tiempo largo en el que las relaciones sociales se nos han visto limitadas, es agradable poder hacer amigos nuevos en el entorno de las rutinas de nuestros hijos pequeños. Son nuevas amistades que están naciendo y de las que no sabemos el destino. Nos estamos conociendo pero me quedo con el presente porque me parece una suerte tremenda poder compartir experiencias con todos, pequeños y mayores. Y más suerte es aún poder enseñar a nuestros hijos los valores derivados de la amistad y el compañerismo sin tener que teorizar porque, cada día, podemos experimentarlos.

Y tú, ¿Cómo te relacionas con otros padres y madres? ¿Qué haces para hacer nuevos amigos siendo padre o madre?

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