Queridas y queridos Seños.
Ahora que el curso llega a su fin es un buen momento para daros las gracias por vuestro trabajo.
Acompañáis a nuestros hijos en sus primeros 5 años de vida durante el primer y el segundo ciclo de Educación Infantil.
Nuestros hijos pequeños son vulnerables y son intrépidos y, en su afán de descubrir cosas nuevas, se ponen en peligro continuamente. En la escuela cuidáis de ellos. Os encargáis de cubrir sus necesidades básicas de alimentación, higiene y descanso y cuando van adquiriendo capacidades les enseñáis multitud de cosas.
Todas las cosas imaginables porque ellos han aprendido con ahínco todo lo que proponen sus Seños. Han aprendido rutinas y han fijado conocimientos nuevos en sus cerebros ávidos de información. Han explorado el mundo en vuestra compañía, desarrollado su imaginación con vuestra ayuda. Los habéis guiado para encontrar su lugar en el grupo…
Todo esto cobra una importancia especial si tenemos en cuenta este año de locos que hemos pasado. El año de la pandemia. El curso empezó cuando todo era incierto y no se sabía cómo se comportarían los contagios en los centros educativos.
Vosotros, con vuestros temores e incertidumbre, acudisteis a trabajar con generosidad. Asumiendo el contacto estrechísimo con un grupo burbuja de niños pequeños. (Luego resultó que la burbuja se rompía sin remedio cada día cuando cada niño y vosotros mismos volvíais a casa)
Gracias por el trabajo que hacéis. Gracias por la actitud y el entusiasmo que habéis trasmitido durante este curso tan atípico. Gracias a vuestra profesionalidad nuestros hijos e hijas pequeños han podido romper en las aulas un aislamiento social que ha hecho mella en todos nosotros.
GRACIAS